Categoría: Consejos Email Marketing
Cuidas cada envío como si fuese el primero, empleas varias horas a prepararlo y te preocupas de que quede perfecto para cuidar tu imagen. Lanzas las campañas esperando que lleguen a tus suscriptores y que éstos te dediquen un poquito de su tiempo que compense el esfuerzo de supone mantener una newsletter. Y, al día siguiente o a final de mes, te preguntas: ¿el email marketing que hago funciona o debería cambiar de estrategia? La respuesta es “depende” porque está en los números de cada uno, es decir, en las estadísticas que se obtengan.
Cuando creaste tu estrategia de email marketing, definiste unos objetivos: dar a conocer tus noticias, vender tus productos, establecer una relación con tu comunidad… Debes tenerlos muy presentes en cada envío, aunque cada uno pueda acabar teniendo una finalidad diferente. Por ejemplo si eres una inmobiliaria un día puedes avisar de que tienes un piso nuevo y otro enviar consejos de decoración, o una mezcla de los dos enfoques según si quieres hacer newsletters más o menos comerciales.
Según la estrategia que decidas, tendrás que fijarte en un indicador u otro para contestar a la pregunta de si funciona o no. Utilizando otro ejemplo, si quieres que tus suscriptores se apunten a un evento que organiza tu centro de formación, deberías tener en cuenta los clicks del botón de llamada a la acción para saber quién visita tu web con la intención de registrarse. Claro que el dato más importante es cuántos de ellos realmente completan el formulario y eso lo sabrás solo con los informes de tu página web.
Esperar rondar el 100% en las estadísticas del correo es un sueño: ni todos los suscriptores abren todas las newsletter ni después hacen click todos ni tampoco necesariamente todos acaban comprando o realizando la acción. Cada sector funciona de forma diferente pero, según nuestra experiencia, puedes decir que tu email marketing funciona si consigues una apertura de entre el 15-20% y una tasa de clicks entre 2-5%.
Estos porcentajes aumentan en cuanto se reduce la lista, es decir, si no enviamos la misma información a todos los suscriptores si no que segmentamos y personalizamos los correos. Es lógico si lo vemos como una relación más individual: podremos dar mejores argumentos en cada envío y se conseguirán más clicks porque el mensaje está destinado claramente a ellos. Los datos nos ayudan a pulir mejor la estrategia de futuros envíos para lograr mejores resultados.
Al final del día o cuando tengas previsto hacer balance, tendrás que hacerlo con la calculadora en la mano. ¿Es rentable el email marketing, funciona realmente? Con los costes a un lado (recursos internos y externos dedicados) y los beneficios a otro (visitas, clicks, compras…) se puede contestar la temida pregunta. Independientemente de esta valoración, hay que pensar en los intangibles como el impacto en la imagen y reputación de la empresa por ofrecer un servicio de notificaciones por correo electrónico.
Una última recomendación: no tires la toalla a las primeras de cambio, el esfuerzo acaba mereciendo la pena. Hay que considerar el email marketing como una pieza más dentro del engranaje ya que, como cualquier otra estrategia de marketing, funciona mejor cuando está acompañado. Podemos poner mucho mimo en cada envío, pero quizá no sea suficiente para lograr unos objetivos muy altos. Combinar el email con los medios sociales es una manera de aumentar las probabilidades de conseguir lo que queremos.
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