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Bandeja de SPAM

Carpeta del gestor de correo en la que se acumulan los mensajes no deseados por el usuario. Pueden ser porque él mismo los marca así (complaint) o porque se hayan considerado como tales por el servidor de correo entrante.

¿Tus envíos acaban en spam? Acrelia te proporciona todas las herramientas para evitarlo. Prueba ahora.

¿Por qué los emails acaban en la carpeta de SPAM?

Si un email no consigue superar los filtros antispam creados por los ISP’s (Internet Service Provider), acabará en la carpeta de SPAM. Los ISP’s son algoritmos que se componen de una larga lista de factores que clasifican la calidad de cada email y determina si puede llegar o no a la bandeja de entrada. Hay que tener en cuenta que cada ISP tiene sus propios criterios, de esta forma, un mismo email puede pasar en ocasiones el filtro y en otras ocasiones no. 

Cuando una campaña no supera los filtros ISP y va directa a la bandeja de spam, es un problema. Pero es aún peor cuando pasa el filtro, pero es el suscriptor quien marca el correo como no deseado. Esto hace que no vuelva a recibir tus correos y que la entregabilidad de las futuras campañas se puedan ver perjudicadas ya que si hay muchos que lo hacen, podrías acabar en listas negras.

Los motivos más habituales por los que pueden marcar tu email como spam son: no recuerdan que se dieron de alta, se cansan de tus campañas de marketing directo, se sienten acosados por tus constantes envíos, no saben de quién es el envío, no encuentran la opción de darse de baja o no pueden actualizar sus preferencias. 

¿Cómo prevenir que tus correos lleguen a la bandeja de SPAM?

Asegúrate de que tu proceso de alta es de doble opt-in y explica de forma clara a tus suscriptores que se están registrando para recibir la newsletter, la frecuencia con la que recibirán tus comunicaciones y déjales claro que podrán darse de baja en cualquier momento.

Revisa tus últimos envíos para asegurarte de que cumples con lo que prometiste que harías cuando dieron su consentimiento, así como las estadísticas de bajas para saber por qué quieren dejar de recibir tus mensajes.

Intenta incluir un número moderado de enlaces en tus emails y evita crearlos con acortadores de url. No utilices tampoco enlaces formados a partir de una dirección IP (https://178.131.210.1..).

No abuses de las imágenes ya que los correos que sólo incluyen imágenes suelen identificarse con correo no deseado por los filtros anti-spam. Tampoco abuses del uso de mayúsculas en tus mensajes ni de símbolos especiales como exclamaciones, porcentajes, símbolos monetarios…

Por último, si tu email está en formato HTML incluye también su versión texto alternativa.