Categoría: Consejos Email Marketing
El tiempo de que disponemos no debería ser un criterio para decidir cuál es la extensión de nuestra newsletter, aunque puede ocurrir que recurramos a campañas de mailing fáciles para salir del paso y sean todas diferentes pero sin ningún argumento real detrás. Si nos organizamos, podremos llegar a estructurar los envíos de manera que cada uno responda a un objetivo y, por tanto, a un formato y extensión concretos.
Por ejemplo: podemos definir en nuestra estrategia de email marketing que se hará una campaña promocional con una imagen de un producto de oferta cada semana y un envío mensual con un contenido editorial más trabajado que podría ser un artículo similar al de un blog. Los objetivos son diferentes (el primero es más comercial mientras que el segundo es más orientado a fidelización) así que tienen extensiones recomendadas diferentes.
En general, una newsletter no debería ser muy larga, sobre todo si es para un público que asocia este canal de comunicación con mensajes rápidos de tipo notificación. Claro que el suscriptor puede decidir leerla por partes en varios días o archivarla para dedicar tiempo más tarde, pero debemos hacerle la lectura más fácil. Por eso, si necesitamos incluir mucha información, convendría:
Pero si lo que queremos es que el suscriptor reaccione rápidamente a nuestro envío, es mejor que sea breve y directo. El objetivo entonces no es que lea nuestras noticias u opiniones, si no que clique para visitar algún producto de nuestra web o pida más información. Una plantilla sencilla, con una galería o imagen destacada hace que la extensión en palabras sea corta. Pero es en estos casos más que si hay mucho texto, cuando conviene cuidar las llamadas a la acción para no perder ningún clic.
Un pequeño apunte técnico antes de seguir: cuando se habla de tamaño también se hace referencia al peso de las imágenes que se incluyen en las campañas. Aunque la velocidad de conexión es cada vez mayor incluso en móviles, es muy importante optimizarlas para que no hagan esperar al suscriptor mientras se descargan del servidor. Esto no significa perder calidad en las fotografías, si no asegurarse de que no son más grandes de lo que realmente necesita el diseño. Ten en cuenta que el peso de las imágenes y del html de tu email puede afectar a tu entregabilidad y condicionar que tu mensaje sea entregado en la bandeja de tu suscriptor o no, por lo que intenta que no supere los 100Kb.
Otro tipo de campaña de emailing en la que también el tamaño importa es cuando hacemos una promoción de contenido ya publicado en el blog, como hacemos desde la newsletter de Acrelia News. Se trata de envíos cortos, a modo de notificación, para que los suscriptores estén al día de nuestros contenidos y noticias. Si la enviásemos mensualmente como hacen muchos de nuestros clientes, seguramente sería una lista de links con alguna imagen destacada, es decir, sería un poco más extensa pero no hasta llegar a necesitar mucho tiempo para leerse.
No hay por tanto una extensión única posible, al contrario, debe adaptarse a lo que se quiera conseguir en cada envío y al tipo de usuario al que nos dirigimos. Consultar las estadísticas de nuestros envíos puede ayudarnos a detectar si la longitud de nuestra newsletter es correcta, estudiando la interacción de los suscriptores.
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