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KPI (Key Performance Indicator)

Indicador que se utiliza para medir el rendimiento de acciones o procesos que tienen una incidencia directa en el negocio. No todas las mediciones terminan siéndolo ni hay un estándar que defina cuáles elegir ni cuándo son buenos resultados.

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¿Para qué sirve un KPI?

Una métrica convertida en KPI sirve para valorar cuál ha sido el rendimiento de una acción y, por tanto, si merece la pena continuar con ella o no. También sirve para detectar algún problema a tiempo, antes de que sea irreversible, y así confirmar su rentabilidad. Por eso no es suficiente quedarse con el dato, conviene utilizarlo para comprender sus implicaciones y actuar en consecuencia.

Para que sirva de comprobación de la evolución del negocio, el KPI ha de poder medirse regularmente, por ejemplo cada semana o mes, y ser concreto para valorar de forma precisa su progreso a corto, medio o largo plazo. Cada empresa establece los suyos propios según los objetivos que haya determinado.

Tipos de KPI

Pueden aplicarse a marketing, pero también a cualquier otro proceso de la empresa, por eso pueden elegirse y hacer seguimiento de diferentes KPI. Hay varias formas de clasificarlos según:

  • Qué departamento los utiliza, como calidad, logística o marketing.
  • Si las métricas son cualitativas o cuantitativas.
  • La fuente de la información que utilizan, sea interna o externa.

Cada empresa establece qué métricas, de entre todas las posibles, eleva a nivel de KPI. Elegir las adecuadas es clave para que todos los esfuerzos se centren en mejorarlas y con ellas también los resultados del negocio. 

Ejemplos de KPI de marketing

Es posible establecer diferentes KPI según la acción que se quiera medir. Por ejemplo, se dispone de muchas métricas en redes sociales. Seguidores, alcance y engagement, son las más comunes, pero no suelen considerarse KPI. Para que lo fuesen, deberían estar relacionadas directamente con el negocio, por eso es mejor considerar la tasa de clics o la de conversiones porque, además, pueden equipararse en las diferentes redes y en otras estrategias.

En email marketing, las métricas también son diversas: suscriptores, aperturas, bajas, retornados, clics… Para que sean KPI enfocados al rendimiento del negocio, hay que convertir los simples datos en información que sirva para mejorar. Por ejemplo, la tasa de crecimiento y cancelación de la lista o el ROI de cada envío para saber si es rentable seguir haciendo campañas por correo electrónico.